Imaginen por un momento que antes de ir a dormir lo último que vieran fueran los trazos y colores de sus pinturas favoritas… y que al despertar sucediera lo mismo, pero con nuevos ojos y unas cuantas lagañas que no se quieren ir del lagrimal.
¿Cuánto pagarían por poder hacer eso? ¿Qué cambiarían de sus valores preciados por dormir en un museo frente a la obra maestra de su pintor o escultor favorito?
Bueno, pues en Ámsterdam, Holanda, un profesor de arte consiguió el sueño de muchos y durmió frente al cuadro La ronda de noche de Rembrant, el genio flamenco.
Stefan Kasper lo hizo porque fue el visitante 10 millones del Rijksmuseum de Ámsterdam. Y confirmó lo que muchos diríamos: que fue mágico y que esa experiencia quedará toda su vida en su memoria, porque redescubrió a los personajes que quedaron inmortalizados en la pintura.
Siendo honestos, Jamlet desearía poder hacer lo mismo con cuadros de Velázquez, El Greco y muchos más; pero como sabe que eso no sucederá, echará a volar su imaginación. ¿Ustedes qué obras escogerían?
0 comments on “¿Se imaginan dormir frente a su obra de arte favorita?”