Cuentan sus biógrafos que el pintor austriaco Egon Schiele -el Kilmt de plata, como se autonombró- vivió durante toda su vida con el rechazo como su compañero.
Maestro del expresionismo en su país, Schiele admiró a Van Gogh y a su mentor Gustav Klimt, quien le tuvo gran aprecio y disfrutó de su obra, que siempre estuvo llena de figuras calificadas como grotescas y eróticas al mismo tiempo.
Schiele rompió con el ambiente académico de su tiempo y gracias a Klimt pudo desarrollar su arte y el mundo logró conocer a un pintor y grabador transgresor que se fue muy pronto de este mundo: a los 28 años, por la fiebre de gripe que también mató a su esposa y al mismo genio llamado Klimt.
A continuación les compartimos siete pinturas de Schiele que, además, era fanático de los autorretratos.







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