Un año previo a su suicidio, la actriz Marilyn Monroe escribió una carta de seis páginas a su psiquiatra, Ralph Greenson, quien precisamente encontró el cuerpo de su paciente cuando ésta se quitó la vida.
La Liebre Lunar lee con delicadeza cada palabra plasmada en dicha misiva, no porque se trate de una actriz, sino porque se trata de las oraciones formadas por una persona muy triste.
La carta es del 1 de marzo de 1961 y habla sobre el trauma que significó para Monroe su estancia en la clínica Payne-Whitney.
Me senté en la cama imaginando qué haría en la misma situación si estuviera actuando y tuviera que improvisar. Se me ocurrió, gracias a una película que había rodado llamada Don’t Bother to Knock, montar escándalo para llamar la atención. Cogí la silla y la golpeé contra el cristal. Fue difícil, porque nunca antes había golpeado algo con la intención de romperlo.
Me costó mucho conseguir tan solo un pedazo pequeño de cristal. Lo guardé en mi puño y me senté a esperar a que vinieran. Cuando lo hicieron les dije: ‘ si vais a tratarme como una pirada, actuaré como tal’. Admito que lo que hice después fue muy melodramático pero es lo mismo que hacía en la película, solo que con una cuchilla de afeitar. Les dije que si no me dejaban salir, me haría daño. Aunque no pensaba hacerlo realmente porque, como usted sabe, soy actriz y nunca me haría una cicatriz o me marcaría de ninguna forma. Soy así de superficial.
Me trasladaron a otra planta y el responsable me dijo que estaba muy enferma y que lo había estado durante muchos años. Me preguntó cómo podía trabajar cuando estaba deprimida. Quería saber si ello interfería en mi trabajo. Se mostraba muy firme y hacía juicios más que preguntas,así que le contesté que tal vez Greta Garbo, Charlie Chaplin o Ingrid Bergman también trabajaron deprimidos a veces. Le dije que preguntarme aquello era como preguntarle a Joe DiMaggio como podía darle a la pelota cuando estaba deprimido. Es bastante estúpido.
Anoche estuve despierta toda la noche otra vez. A veces me pregunto para qué sirve la noche. Casi no existe para mi, todo me parece un día largo y horrible.*
*Extracto de la carta de Monroe a su psiquiatra. Jamlet Inculto sólo pudo tener acceso a estos párrafos debido a que la misiva no es pública y de hecho fue subastada el año pasado.
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