Hace unos días recibimos el mensaje de una lectora de Jamlet Inculto –a propósito de una publicación en el portal sobre el tema– preguntando los motivos por los que muchos consideran que Frida Kahlo es una mala artista.
Nuestra seguidora nos comentó que ha visto memes y textos que se burlan y demeritan la obra de la pintora, e incluso ha escuchado a uno que otro despistado afirmar que Diego Rivera terminaba la obra de Kahlo –lo cual fue dicho en una conferencia de prensa por la hija que Rivera tuvo con su segundo matrimonio, pero no ha sido comprobado por ningún experto en la materia–, y nos preguntó la razón de ello.
Me comprometí a responderle porque en otras ocasiones he hecho público mi desagrado por la que quizá es la artista mexicana más famosa a nivel mundial; sin embargo, creo preciso aclarar ahora –antes que callarlo para siempre– que en realidad lo que no soporto de Frida Kahlo es el fenómeno alucinante en el que se convirtió. No soporto ese consumismo exacerbado de su imagen, de su cara, de su persona, antes que de su obra, y quiero suponer que no soy la única.
Entonces, podría decir que la moda de odiar a Frida Kahlo por la que pregunta nuestra lectora es directamente proporcional a la moda de amar a la artista.
Si uno busca Frida Kahlo en Google el resultado es impactante en la categoría de imágenes, y es que antes de que aparezcan sus pinturas en la pantalla, nos aparece la imagen más estilizada de la artista. Sin embargo, si uno busca a Leonora Carrington lo que podemos apreciar a la primera son sus obras más famosas.
Por otro lado, la comercialización de la imagen de Kahlo no significa necesariamente el acercamiento a sus pinturas o a las artes plásticas –que sería lo ideal–. Estoy segura de que pocos de los que hace unos meses utilizaron el filtro de Snapchat para “transformarse en Frida” –en el marco del Día de la Mujer— pueden nombrar al menos tres pinturas de ella; y no se trata de ser purista o dogmático, sino simplemente realista: ¿de qué nos sirve que millones de personas amen a Frida Kahlo y no conozcan su obra ni nunca hayan asistido siquiera a una exposición de la artista?
Sin duda, Frida Kahlo fue una artista completa que debe ser valorada como tal, sus pinturas son reveladoras y al analizarlas es imposible –como han apuntado los expertos– dejar de lado su vida privada que es por demás interesante. No obstante, a mí no me hace sentir más mujer ni más mexicana, y aunque hay algunas pinturas de su autoría que logran conmoverme –como Árbol de la Esperanza–, no la considero mi favorita.

Al final creo que cada uno tiene la libertad de ver, escuchar y consumir lo que prefiera sin temor a ser juzgado, como también cada persona es libre de no ver, no escuchar y no consumir lo que no le gusta… Y para que nos cuenten qué les parece a ustedes la obra de Kahlo los dejamos con algunas de sus pinturas –esperamos sus comentarios–.
Para entender más sobre la artista les recomendamos la lectura de:
Las fiestas de Frida y Diego, editado por Grupo Editorial Patria, donde además de acceder a las mejores recetas cocinadas en la Casa Azul podrán entender una parte –deliciosa– de la vida privada de la pareja de pintores.
Y Escrituras, editado por Lumen México, donde el lector encontrará una serie de cartas escritas por Kahlo y dirigidas a una variedad de personajes.
No entiendo porque el culto, en lo artístico de Frida. Como que la gente se siente más inteligente si admirador de Khalo. Nada que ver, yo conozco su obra. Fui Coyoacán y un amigo me invito a ir al museo. le dije, vaya tranquilo, prefiero ir a comer tacos
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