Ciencia

¿Ibas a ser bueno en algo y te chingaste la rodilla? Ánimo, no estás solo

Actualmente todos tenemos un pretexto que podemos usar día tras día: “iba ser un buen –inserte cualquier profesión– pero me chingué la rodilla.” Muchos de nuestros males se los debemos a este suceso trágico: ¿perdimos en futbol? Taxistas jodidos de la rodilla que serían grandes futbolistas, ¿corrupción? Políticos honestos que se chingaron la rodilla, ¿socavón del Paso Exprés? La SCT, Aldesa-Epcor y el gobierno de Morelos que se jorobaron la rodilla. Sergio sabe de buena fuente que uno de los editores de Jamlet Inculto iba a ser el nuevo crack del futbol mexicano; qué digo crack, ¡el mismo Pelé o Johan Cruyff reencarnado! ¿Pero qué creen? Nuestro editor se chingó la rodilla. Este aumento de casos y casos de rodillas maltratadas al parecer tienen una tendencia clara: la prevalencia del daño debido a la artritis se ha duplicado después de la Segunda Guerra Mundial. Así que, amigos, si son parte de este grupo de personas no se sientan solos, porque no lo están, alrededor de un quinto de la población mundial tiene los mismos problemas que ustedes.  

La osteoartritis o artrosis de rodilla es una enfermedad degenerativa en la que se afecta el cartílago de la articulación. El cartílago es un tejido resbaladizo que cubre los extremos de los huesos y permite que éstos se deslicen suavemente el uno con el otro y así se permita el movimiento de forma adecuada. Con la osteoartritis, la capa cartilaginosa se desgasta, se rompe y se va eliminando. Como consecuencia, los huesos empiezan a golpear uno con el otro y esta fricción causa dolor, hinchazón y pérdida del movimiento hasta llegar a la incapacidad física. En México, esta enfermedad está presente en al menos un 15% de la población y se estima que el dinero invertido para tratar este problema es de alrededor del 0.5% del PIB nacional, esto sin incluir los costos de que la gente se incapacite. Las causas de esta enfermedad parecen poco claras y/o mal probadas, obstaculizando los esfuerzos para prevenir y tratar la patología. El canon actual supone que existen dos causas dominantes para que la enfermedad surja: la vejez y el sobrepeso. Sin embargo, estas dos causas nunca han sido probadas científicamente y he aquí un problema importante para poder combatir el daño.

Osteoartritis
Diferencias entre una articulación sana y una con osteoartritis. Fuente: Arthritis Foundation ®.

Esta semana, un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences of USA estudió históricamente el comportamiento de las causas antes mencionadas y demostró que la osteoartritis de rodilla existió por mucho tiempo con una frecuencia baja, pero que desde mediados del siglo XX la enfermedad ha duplicado su prevalencia. Se podrán preguntar por qué un simple número pudiera ser relevante para platicar de este trabajo, pero Sergio se sintió atrapado por el estudio debido a la metodología y análisis utilizados. El grupo encabezado por D. E. Lieberman de la Universidad de Nuevo México analizó esqueletos completos de personas mayores de 50 años que vivieron en zonas urbanas de los Estados Unidos. Dividieron al grupo de esqueletos en 3 grandes bloques: i) individuos que vivieron durante una industrialización temprana y murieron entre 1905 y 1940; ii) individuos postindustriales que murieron entre 1976 y 2015; y iii) muestras prehistóricas de ocho sitios arqueológicos, esqueletos pertenecientes a cazadores-recolectores y a los primeros agricultores de la zona, quienes vivieron entre 300 y 6000 años atrás.  

Para diagnosticar la osteoartritis, los científicos revisaron los parches que se forman cuando el cartílago de la articulación se erosiona. La existencia de estos parches indica que el cartílago se desgastó y por tanto la enfermedad existía en el individuo. Imaginen que la formación de estos parches (médicamente llamados eburnación) simula a una calle a la cual le taparon los baches que tenía. Si recorremos la calle, podemos ver esas “huellas” en el asfalto y por tanto predecir que la calle se dañó en algún momento. Lo mismo sucede con los huesos; los parches que se forman nos dan información de cómo estaba la articulación en algún momento de la vida del individuo. Además, éstos únicamente se crean cuando existe fricción entre los huesos y no pueden ser mágicamente formados con el tiempo, por lo que la edad del esqueleto no es un factor que limite el estudio; asimismo, los parches se mantienen duros como el marfil a lo largo del almacenamiento del hueso y esto logra que se puedan analizar muestras de muchos años atrás. Usando este criterio, el estudio encontró que la tasa de artritis se incrementó más del doble desde 1940, pasando del 6% al 16% de prevalencia en la población. Incluso, se encontró que para los esqueletos de nativos americanos, la tasa de artritis fue del 8%, por lo que nunca hubo un momento en la historia en que la osteoartritis de rodilla no existiera. Pobres de los nativos americanos, iban a ser buenos cazadores y nómadas pero se chingaron la rodilla.

Prevalencia
Cambios relacionados con la edad en la prevalencia de osteoartritis de rodilla controlando el índice de masa corporal, el sexo y la etnia. El sombreado representa un índice de confiabilidad del 95%. Modificado de: Wallace et al., 2017.

Cuando el grupo de investigadores tomó en cuenta los efectos del peso y la edad en los dos grupos modernos, la artritis de rodilla fue todavía dos veces más común en el grupo de personas que murieron después de 1976, lo que sugiere que ni la vejez ni el sobrepeso son los únicos factores involucrados; los actuales niveles de la enfermedad no son, como se suele suponer, una consecuencia inevitable de las personas que viven más tiempo ni que sufren sobrepeso. En cambio, los análisis de los autores sugieren la presencia de factores de riesgo propios o amplificados por la era postindustrial. Algunas hipótesis apuntan a un daño debido a caminar frecuentemente sobre pavimentos duros o con ciertas formas de calzado, aunque otra posibilidad que tendría mayor importancia podría ser la inactividad física actual. La sociedad postindustrial provocó un desapego de la producción de mercancías y un traslado de los empleos a las oficinas; esto coincide con el fin de la Segunda Guerra Mundial y el aumento en el sedentarismo de los trabajos. Gran parte de nuestra vida la pasamos sentados frente a las computadoras, mirando nuestros teléfonos celulares, tomando clases, pasando horas en el transporte público y más y más actividades sedentarias. Se sabe que las personas menos físicamente activas desarrollan un cartílago más delgado y con menor contenido de unas moléculas llamadas proteoglicanos, las cuales ayudan al mantenimiento del tejido. Además, los músculos son más débiles, lo que limita que éstos protejan las articulaciones. La inflamación crónica por ejercicios mal realizados, exacerbada por la inactividad física y las dietas modernas ricas en carbohidratos refinados y grasas procesadas, pueden ampliar y acelerar los daños provocados por la osteoartritis de rodilla. El estudio abre las puertas para que más variables sean consideradas y que se realicen trabajos interdisciplinarios donde se consideren los cambios sociodemográficos que se han producido por la época actual en la que vivimos, esto con una perspectiva histórica y evolutiva que nos ayude a entender mejor cuál es nuestra realidad.

De nuevo, Sergio ya estaba divagando y poniéndose el traje de sociólogo, pero mejor se retira porque no quiere pasar más minutos sentado dañándose sus lindas rodillas; si de por sí Sergio ya tiene la flexibilidad de un pan tostado, ahora imagínense ¡que se chingue la rodilla! No, no, el fin de su carrera atlética y de alto rendimiento deportivo. Así que, a caminar y a correr se ha dicho, tengamos la filosofía de Forrest Gump para reducir las probabilidades de que vivamos un futuro no tan padre con las rodillas hechas puré.

 

¿Quieres leer más al respecto?: I. J. Wallace, S. Worthington, D. T. Felson, et al. Knee osteoarthritis has doubled in prevalence since the mid-20th century. PNAS: doi: 10.1073/pnas.1703856114. http://www.pnas.org/content/early/2017/08/08/1703856114.full

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