La Segunda Guerra Mundial estalló el 1 de septiembre de 1939, poco después de que Albert Einstein enviara al entonces presidente de Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, una carta advirtiéndole que Alemania podría desarrollar una bomba nuclear muy poderosa.
Para cuando el mandatario respondió al científico –el 19 de octubre de 1939– , la guerra ya se había desatado, de tal forma que la misiva de Einstein sirvió para alertar a los norteamericanos sobre una posible estrategia de los alemanes, pero también para ponerlos a trabajar en un armamento tan poderoso como el que describió el premio Nobel al presidente estadounidense.
Es así como la carta que esta semana tiene en sus manos la Liebre Lunar se traduce como la carta que Einstein se arrepintió de mandar, porque fue el parteaguas para el lanzamiento de dos bombas atómicas sobre territorio japonés: Hiroshima y Nagasaki, en 1945.
2 de Agosto de 1939
Franklin D. Roosevelt. Presidente de los Estados Unidos. White House. Washington, D.C.
Señor:
Algunos recientes trabajos de Enrico Fermi y L. Szilard, los cuales me han sido comunicados en manuscritos, me llevan a esperar, que en el futuro inmediato, el elemento uranio puede ser convertido en una nueva e importante fuente de energía. Algunos aspectos de la situación que se ha producido parece requerir mucha atención, y si fuera necesario, inmediata acción de parte de la administración. Por ello creo que es mi deber llevar a su atención los siguientes hechos y recomendaciones:
En el curso de los últimos cuatro meses se ha hecho probable –a través del trabajo de Loiot en Francia así como de Fermi y Szilard en los Estados Unidos-– el inicio de una reacción nuclear en cadena en una gran masa de uranio, por medio de la cual se generaría enormes cantidades de potencia y grandes cantidades de nuevos elementos parecidos al uranio. Ahora parece casi seguro que esto podría ser logrado en el futuro inmediato.
Este nuevo fenómeno podría ser llevado a la construcción de bombas, y es concebible –pienso que inevitable– que puedan ser construidas bombas de un nuevo tipo extremadamente poderosas. Una sola bomba de ese tipo, llevada por un barco y explotada en un puerto, podría muy bien destruir el puerto por completo, así como el territorio que lo rodea. Sin embargo tales bombas podrían ser demasiado pesadas para ser transportadas por aire.
Los Estados Unidos tiene muy pocas minas con vetas de uranio de poco valor, en cantidades moderadas. Hay muy buenas vetas en Canadá y Checoslovaquia, mientras que la fuente más importante de uranio está en el Congo Belga.
En vista de esta situación usted podría considerar que es deseable tener algún tipo de contacto permanente entre la Administración y el grupo de físicos que están trabajando en reacciones en cadena en los Estados Unidos. Una forma posible de lograrlo podría ser comprometer en esta función a una persona de su entera confianza quien tal vez podría servir de manera extraoficial. Sus funciones serían las siguientes:
- a) Estar en contacto con el Departamento de Gobierno, manteniéndolos informados de los próximos desarrollos, y hacer recomendaciones para las acciones de Gobierno, poniendo particular atención en los problemas de asegurar el suministro de mineral de uranio para los Estados Unidos.
- b) Acelerar el trabajo experimental, que en estos momentos se efectúa con presupuestos limitados de los laboratorios de las universidades, con el suministro de fondos. Si esos fondos fueran necesarios con contactos con personas privadas que estuvieran dispuestas a hacer contribuciones para esta causa, y tal vez obteniendo cooperación de laboratorios industriales que tuvieran el equipo necesario.
Tengo entendido que Alemania actualmente ha detenido la venta de uranio de las minas de Checoslovaquia, las cuales han sido tomadas. Puede pensarse que Alemania ha hecho muchas acciones, porque el hijo del subsecretario de estado alemán, Von Weizacker, está asignado al Instituto Kaiser Guillermo de Berlín donde algunos de los trabajos americanos están siendo duplicados.
Su seguro servidor, Albert Einstein
soy Venezolano y estoy orgulloso de Albert.
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