25 años del Automatic for the people de R.E.M.

Probablemente muchos de los que están leyendo esto, deben preguntarse: ¿qué diablos es un R.E.M?, ¿con qué se come? o ¿es un maldito Pokemon?

Bueno, pues amigos jamletianos, quien esto escribe les quiere revelar que toda su vida –ya sea con sus padres, tíos o incluso sus abuelos– han escuchado e incluso tarareado canciones de la banda originaria de Athens, Georgia, sin darse cuenta. ¿Cómo? Pues con la siguiente canción:

Sí, es –como dirían en Universal Estéreo— el clásico Perdiendo mi religión de R.E.M, que llevamos décadas escuchando en las estaciones de radio de nuestro país que se quedaron ancladas en los años noventa.

Losing my religion no es el centro de este texto, pero sí lo es uno de los discos más emblemáticos de la banda, y quizá uno de los más aplaudidos por la crítica allá en 1992: Automatic for the People.

El disco fue lanzado hace 25 años, el 5 de octubre de 1992, y muchos coincidieron que R. E.M había llegado a la cima de su madurez musical que, además, era acompañado por una melancolía que seguía dándole el aura de banda de culto a los liderados por Michael Stipe.

Sí, Jamlet era muy joven cuando ese disco fue estrenado, sin embargo en su temprana juventud descubrió que R.E.M era más que la canción donde la religión domina el título, y se dio cuenta que la grandeza de esa banda radicaba precisamente en que les gustaba pasar desapercibidos a pesar de su fuerza capaz de impresionar a los grandes rockeros de su época.

Ahora que el Automatic for the People cumple 25 años es un deber escucharlo de nueva cuenta, o por primera vez si es que todavía no lo has hecho. ¡Disfruten!