Un año sin Leonard Cohen –y los años se seguirán sumando– mientras la tristeza de sus fans por su partida no terminará nunca (pregúntenle a este cerdito).
Cohen, el poeta, también conquistó a millones de lectores alrededor del mundo. Por esa razón Jamlet se quiere poner nostálgico y compartirles estos siete poemas que el genio de Montreal escribió a lo largo de su vida. (Se vale llorar).
El autobús
Fui el último pasajero del día.
Estaba solo en el autobús.
Me sentía contento de que se estuvieran gastando tanto dinero
sólo para llevarme por la Octava Avenida arriba.
¡Conductor! Grité, estamos usted y yo esta noche.
huyamos de esta gran ciudad
a una ciudad más pequeña más propia para el corazón,
conduzcamos más allá de las piscinas de Miami Beach,
usted en el asiento del conductor, yo varios asientos más atrás,
pero en las ciudades racistas cambiaremos de lugar
para mostrar lo bien que le ha ido arriba en el norte,
y busquemos para nosotros alguna diminuta villa pesquera americana
en la Florida desconocida
y aparquemos justamente al borde de la arena,
un enorme autobús como una señal,
metálico, pintado, solitario,
con matrícula de Nueva York.
***
El estado del cajón
El 28 de noviembre de 1961
¿Existe algo más vacío
que el cajón donde
uno solía guardar el opio?
¡Cómo se parece a una margarita amarilla
cegada, convertida en una margarita común
mi precioso cajón de la cocina!
Cómo se parece a una nariz sin agujeros
mi desnudo cajón de madera!
¡Cómo se parece a una cesta sin huevos!
¡A un estanque sin su tortuga!
Mi mano ha explorado
mi cajón como una rata
en un experimento de laberintos.
¡Lector, puedo decir con seguridad
que no existe un cajón más vacío
en toda la cristiandad!
***
Esperando a Marianne
He perdido un teléfono
que olía a ti
Vivo junto a la radio
todas las emisoras a la vez
pero capto una nana polaca
la capto entre la estática
se desvanece yo espero mantengo el ritmo
viene de vuelta casi dormida
Acaso tomaste el teléfono
sabiendo que yo lo olfatearía inmoderadamente
tal vez hasta que calentaría el plástico
para recoger hasta la última migaja de tu respiración
y si no piensas volver
cómo ibas a telefonear para decirme
que no piensas volver
para así por lo menos Poder discutir contigo
***
Hidra 1963
El pedregoso sendero se enroscaba en torno a mí
atándome a la noche.
Un bote husmeaba el borde del mar
bajo una luz siseante.
Algo suave envolvió una red
y sangró en torno a una lanza
la roma muerte, el chorro de cúmulos –
¡Te hablé a ti, pensé que estabas cerca!
O era acaso la noche tan oscura
que algo murió solo?
Un hombre con la espalda brillante
golpeaba la comida contra una piedra.
***
Lot
Devuélveme mi casa
Devuélveme a mi joven esposa
Le grité al girasol que había en mi camino
Devolvedme mi escalpelo
Devolvedme mi vista de las montañas
les dije a las semillas que había a lo largo del sendero
Devuélveme mi nombre
Devuélveme mi lista de la infancia
le susurré al polvo cuando se terminó el sendero
Ahora canta
Ahora canta
cantaba mi maestro mientras yo esperaba
azotado por el crudo viento
Acaso he llegado tan lejos para esto
Me preguntaba mientras esperaba
en medio del frío puro
dispuesto al fin a discutir a favor de mi silencio
Dime maestro
se mueven mis labios
o de dónde viene
este suave canto total que incrusta mi alma
como una lanza de sal en la roca
Devuélveme mi casa
Devuélveme mi joven esposa
***
Promesa
Tu pelo rubio
es mi forma de vivir-
¡aplastado por la luz!
La impresión de tu boca
es la marca de nacimiento
que hay sobre mi poder.
¡El amarte
es vivir
mi diario ideal
que he prometido
a mi cuerpo
no escribir nunca!
***
Una de las noches en las que no me suicidé
Bailáis en el día que salvasteis
mis ángeles teóricos
hijas de la nueva clase media
que lleváis la boca como la Bardot
Venid queridas mías
las películas son verdad
Yo soy el dulce cantante perdido cuya muerte
en la niebla ha sido reducida por vuestras nuevas
botas de tacón alto a colillas
Iba caminando por el puerto esta noche
buscando una cama de agua de 25 centavos
pero dormiré esta noche
con tus ligas enroscadas en mis zapatos
como arcos iris en vacaciones
con tu virginidad gobernando
los cementerios de condones como una segunda oportunidad
Yo creo Yo creo
que el jueves 12 de diciembre
no es la noche
y besaré de nuevo la vertiente de un pecho
un pequeño pezón sobre mí
como una puesta de sol
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