Sí, otra novela policiaca, pero no cualquiera: El Murciélago

Si no han escuchado hablar de Jo Nesbø va siendo hora de que actualicen su catálogo de autores universales, porque han pasado ya dos décadas desde que se publicó la novela que lo llevó al éxito literario, El Murciélago (Ed. Roja y Negra, 2015), la cual nos ocupa hoy.

Pero por el contrario, si conocen a este autor de novela negra, originario de Noruega, seguro se han topado con infinidad de críticas sobre su obra, las cuales por lo general suelen ser o muy buenas o muy malas… En esta ocasión lo que leerán es positivo, y es que como lectora apasionada del género debo decir que cumplió con mis expectativas: un crimen, un protagonista lleno de claroscuros, pistas falsas y verdaderas que pude captar a tiempo, y una resolución que si bien fue dolorosa, también adecuada.

El personaje principal es el policía noruego Harry Hole, a quien envían a Sydney, Australia, para resolver el asesinato de una connacional.

Hasta aquí todo parece ir bien, un caso de rutina… Pero a Inger Holter no la mató cualquier persona, detrás de su crimen hay alguien siniestro: puede ser un dealer, un payaso, un policía aborigen o incluso una dulce pelirroja.

En este contexto conoceremos el pasado y futuro de Hole, y ambos parecen estar marcados por la tragedia –provocada quizá por él mismo– que dará pie al segundo título de una serie de nueve.

Hay que decir que quien busca complejidad no la encontrará en esta novela, pues la trama es sencilla, lineal, y no por ello es mala. Sin embargo, quien quiera entretenerse y engancharse esta es la historia perfecta para hacerlo (¿hay algo de malo en querer sólo leer para pasar el tiempo?).

Jo Nesbø no descubre el hilo negro, no inventa las reglas para el género policiaco, ni mucho menos inventa una nueva categoría literaria, porque como él mismo apunta en la voz de Hole: “el ser humano, sea cual sea el lugar en la tierra donde se encuentre, de una u otra manera comparte las mismas visiones o fantasías”.

Es decir, que El Murciélago puede ser una novela policiaca más, que se parece a la visión de otro autor, pero sin duda tiene su mérito y es el de construir una historia suficiente, con los elementos necesarios para recordar que el mundo en el que vivimos siempre es más cruel que aquél que nos describen en la ficción.