La oscura verdad de Mi negro pasado

Por Eunice Sánchez

Yo soy una de tantos mexicanos que en su juventud leyó Como agua para chocolate, de Laura Esquivel, y como tantos quedé encantada.

Al poco tiempo, como la mayoría de aquellos que por cualquier razón tuvo un acercamiento a esta lectura, descubrí la película, la vi con un poco de recelo y quedé fascinada una vez más por la fidelidad que guardaba a la historia original.

Con el paso de los años supe del lanzamiento de la segunda parte de Como agua para chocolate: El diario de Tita, al cual ya no quise acercarme porque francamente me parecía un exceso.

Hace poco llegó, sin querer, a mis manos la tercera entrega de lo que se convirtió en una saga y aunque al principio tuve la esperanza de que Laura Esquivel conservara la esencia que le permitió escribir el primer libro, a las pocas páginas me fui desencantando.

Para empezar, hay que decir que Mi negro pasado (Suma de Letras, 2017) nada tiene que ver con la Revolución o el Siglo XX, pues está ambientada en la modernidad dominada por las redes sociales y la tecnología.

La protagonista en esta historia es María, una joven madre que sufre de una crisis existencial y de salud que a nuestros ojos podría incluso parecer normal; y es que sus relaciones familiares están fracturadas, su matrimonio a punto de terminar —por haber dado a luz a un bebé de piel negra— y su futuro pinta muy trágico. Sin embargo, todo cambia cuando se reencuentra con su abuela Lucia, quien se convierte en su mejor amiga y termina por dar respuesta a sus preguntas.

¿Y qué tiene que ver la vida de María con Tita, Rosaura, Pedro o Mamá Elena? Nada… Aparentemente, salvo que María es descendiente De la Garza y ha heredado el valor y carácter que identificó a las mujeres de esa familia.

Es así como en esta ocasión, Esquivel deja de lado los amores prohibidos, los sabores, las recetas de cocina y las costumbres del México más machista, y da paso a lecciones de vida que cobran relevancia gracias a la fuerza femenina.

A decir verdad, Mi negro pasado es un manual de superación personal que contiene aspectos interesantes, como las referencias musicales; no obstante son insuficientes para superar la historia de amor de Tita y Pedro que tanto —y a tantos— cautivó hace años.