¿Cuántos de nosotros hemos tenido que convivir y pelear con la sombra o el fantasma de nuestros padres? Ese tópico -el de los conflictos irresueltos con el padre- ha sido abordado históricamente dentro de la literatura y otras artes. Y casi siempre, el autor no encuentra salida para la batalla que pretende conseguir una suerte de tregua con la memoria.
Lo anterior viene a cuenta por la novela Desastres naturales (Alfaguara, 2017) de Pablo Simonetti, que apenas este año llegó a México, luego de haber sido publicada primero en Chile y luego en España, el año pasado.
Pablo Simonetti es un novelista y cuentista chileno que -desde sus primeros textos- enamoró a los lectores por una sencilla razón: su honestidad. Quizá esa cualidad -¿a veces condena?- se deba a la manera en que tuvo que lidiar con su mundo y la destrucción de éste durante sus años de formación como ingeniero civil.
Es así como en la última novela de uno de los autores más leídos en Chile, podemos ver, precisamente, esa lucha para conseguir la paz con la figura paterna. Por otro lado, Simonetti nos regala una biografía ficcionada en la que encontramos su despertar sexual doloroso y vigorizante a la vez, además de una radiografía de los años setenta y ochenta en Chile, en la narración de una familia de clase alta; hecho que, según la prensa de aquella nación, pocas veces ha sido abordado.
Simonetti nos habla de la poca cercanía que tuvo con su padre a lo largo de su vida, y su intento de reconciliación con él después de su muerte, de tal forma recuerda un viaje al sur de Chile y lo hace a partir de los datos que sabía de memoria sobre caminos, ríos, montañas y volcanes. Esos fueron los pocos momentos donde en realidad sintió que pertenecía al universo de su padre, donde supo que fue amado por el hombre que le dio la vida.
El personaje principal de Desastres Naturales, Marco, también nos lleva de la mano a los momentos más agrios y dolorosos de su descubrimiento sexual y a su difícil caminar en su aceptación como homosexual en una sociedad católica y en un entorno familiar de abundancia material, en el que incluso se llegó a aplaudir el golpe de Estado contra Salvador Allende, mismo que encumbró a Augusto Pinochet, actor principal de uno de los pasajes más oscuros de la historia chilena y de nuestro continente.
Simonetti es un autor que dice buscar el silencio para crear y es muy probable que después de leer esta novela, el lector necesite, precisamente, del silencio para entender y asimilar las historias de Marco. Y, quizá, también para entender que a veces, solo a veces, uno termina siendo un espejo de sus padres y que existen en nuestras vidas perdones y reconciliaciones que parecen imposibles, pero no improbables.
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